Capítulo 8.

Xx: Alguien que te quiere demasiado, y que no te olvidará nunca.
Eva: Pues si eres quien yo pienso, tengo que decir que te quiero mucho, no, muchísimo.
Xx: Me gustaría saber quién piensas que soy.
Eva: Empieza por H.
Xx: ¿Harold?
Eva: Podría llamarse así. (Me dí la vuelta)
Harry: He vuelto para verte, quería despedirme más a fondo.
Eva: Entonces supongo que quieres que llore.
Harry: No, todo lo contrario, quiero que al salir de este pueblo no pienses que te voy a olvidar, quiero que pienses que me saldrán bien las audiciones, que te estoy echando de menos, y que sin tí nada es lo mismo.
Eva: Pero yo...
Harry: Dime.
Eva: No sé que voy a hacer sin tí. (Se me saltaban las lágrimas)
Harry: Ehh tonta, no llores. Además, tienes a Blanca, a Celia, a mucha gente. No soy el centro del mundo.
Eva: De mi mundo sí.
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Harry: Ven anda. (Me abrazó)
Eva: Ahora vengo, espera.
Harry: Aquí te espero.
Fui un momento al baño a lavarme la cara, y a retocarme un poco el maquillaje. Se me estaban saltando las lágrimas, cuando una voz me habló.
Xx: Eii, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
Eva: Sí, no es nada, gracias.
Xx: ¿Seguro?
Eva: Seguro.
Xx: Ven a tomar un poco el aire, te vendrá bien.
Eva: Vale gracias.
Estábamos saliendo a fuera, y podía notar como una mano me hacía pequeñas caricias en la espalda.
Xx: ¿Ya estás mejor?
Eva: Sí, mucho mejor, muchas gracias.
Xx: Me alegro, y para cualquier cosa, estoy aquí ehh.
Eva: Gracias por todo. Por cierto, ¿cómo te llamas?
Xx: Me llamo Inma, ¿y tú?
Eva: Yo Eva.
Inma: Okay Eva, un gusto haberte conocido. (Me sonrió, tenía una bonita sonrisa)
Eva: Lo mismo digo Inma.

[...] ¡Oh no! ¡Se me olvidaba! ¡Harry!
Inma: ¿Quién?
Eva: ¡Ven, ahora te lo presento!
Inma: Ok.
Fuimos lo más rápido que podíamos, y ahí estaba él, cumpliendo con su promesa.
Harry: Has tardado ehh.
Eva: Ya, esque...
Inma: Esque se le había corrido el maquillaje y no era capaz de quitárselo. (Me guiñó un ojo)
Eva: Eso mismo.
Harry: Ok jaja. ¿Y tú cómo te llamas?
Inma: Me llamo Inma, y tú debes ser Harry.
Harry: El mismo. (Sonrió)
Inma: Bueno, me voy a hablar con Celia.
Harry: Un gusto conocerte.
Inma: Lo mismo digo. (Volvió a sonreír)
Eva: ¡Adioos!
Inma: ¡Adiós chicos!
Harry: Qué simpática es.
Eva: Sí, me ha caído bastante bien. Por cierto, ¿a qué hora te vas?
Harry: Seguramente dentro de media hora o así.  Cuando Celia sople las velas.
Eva: Ok, pero ¿me haces un favor?
Harry: Lo que quieras.
Eva: Cántame por última vez esa canción.
Harry: ¿More Than This?
Eva: Sí, por favor.
Harry: Lo que quieras.
Seguido de esto, empezó a cantarme al oído, mientras me acariciaba los brazos, y me hacía pequeñas caricias en el cuello.
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Harry: ¿Te gusta la canción?
Eva: Muchísimo.
Harry: Siempre que la canto, me recuerda a tí.
Eva: Siempre que la escucho, me suena a tí.
Harry: Te quiero.
Eva: ¿Como cuánto?
Harry: Como si convirtieses cada lágrima que se derrama en el mundo, en una sonrisa, tan bonita como la tuya.
Eva: Entonces debes quererme mucho.
Harry: Más de lo imaginable. (Me besó)

Sonreí. Era lo único que podía hacer en ese momento, sonreír. Era tan grande la felicidad que sentía en ese momento, que solo tenía ganas de besarle hasta el último segundo del mundo.
En ese momento empezó a sonar esa canción, esa canción que sonaba tanto a él. Quizás porque es su canción favorita.
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Inma: Eva, ven anda, que Celia va a soplar las velas.
Eva: Yaaavooooooooooooooooooooy.
Inma: Jajajajajaja.
Eva: Jajajaja. (Sonreí)
Inma: Ven corre.
Fuimos corriendo, y allí estaba Celia, a punto de cumplir 16 años. Inma y Blanca se conocieron, y se caían bastante bien. Poco después,me fui dando cuenta de que alguien me faltaba, sí, echaba un montón en falta a alguien, pero, ¿a quién... ¡¡HARRY!!
Eva: ¿¡BLANCA, HAS VISTO A HARRY!?
Blanca: ¡Eva, tranquila!
Eva: ¿¡DÓNDE ESTÁ HARRY!?
Blanca: Eva...lo siento...
Eva: ¡¡MIERDAA!!
Blanca: ¡Tranquízate!
Eva: ¡¡CÓMO COÑO QUIERES QUE TRANQUILIZE!! (Se me estában saliendo las lágrimas)
Blanca: Por favor Eva...
Me fui corriendo hacia fuera. No tenía ganas de nada. Todo se había acabado. Había llegado el fin de mi felicidad.
Estaba mirando una foto nuestra en el móvil, mientras corría hacia la calle. No quería mirar atrás, no quería saber lo que estaba pasando en ese momento. Solo quería estar con él.
De repente, se escuchó un gran frenazo. Notaba como me caí en medio de la carretera. No sentía nada, ningún golpe me podía hacer más daño que el dolor que tenía por dentro. Y como si nada, se apagó la luz.